lunes, 31 de enero de 2011

Baklava

Ingredientes:
- 180 gr. de azúcar + una cucharada.
- 4 cucharadas de miel.
- El zumo de medio limón.
- 450 ml. de agua.
- 2 cucharadas de agua de rosas o de azahar.
- 200 gr. de mantequilla.
- 250 gr. de pistachos o nueces.
- 1 cucharadita de canela molida.
- 1 paquete de masa filo.
Elaboración:
   En un cazo mezclar el azúcar, la miel, el agua y el zumo de limón y poner al fuego. Dejamos hervir unos 15 minutos, lo retiramos del fuego y añadimos el agua de rosas o de azahar, dejandolo enfriar.
   Derretimos la mantequilla al fuego o al microondas a temperatura baja, retirando la espuma que se forma en la superficie.
   Picamos los pistachos o las nueces y mezclamos con la cucharada de azúcar y con la canela, mientras que calentamos el horno a unos 170º.
   En una fuente que previamente habremos cubierto con papel vegetal, ponemos una hoja de masa filo y la pincelamos con mantequilla y así hasta que hayamos utilizado la mitad del paquete. Echamos los frutos secos, ponemos otra hoja de filo y presionamos, pincelamos de nuevo con mantequilla fundida y así hasta que terminemos con toda la masa. Terminamos untando la última capa de filo con mantequilla, espolvoreando frutos secos molidos en la superficie. Con un cuchillo afilado partimos en cuadraditos.
   Horneamos a 170ºC media hora, bajamos la temperatura a 150ºC y horneamos unos 30 minutos más, hasta que la masa esté dorada.
   Lo sacamos del horno y echamos el almíbar por encima, dejandolo enfriar antes de servir.

Notas:
   En la receta doy la opción de utilizar nueces o pistachos, yo hice la mitad de uno y la midad de otro, así hay para todos los gustos.
   La marca de la masa filo que uso es "J.R.", la compro en el Corte Inglés, aunque seguro que se puede encontrar en otros sitios. Me gusta esa marca por la cantidad de hojas que trae.
   Las medidas del molde que utilizo son 35x25, y es una rustidera de la marca ibili, que me sirve también para hacer cosas al baño María.

Apuntes:
   Esta semana nada que enseñar, no por que no lo haya, sino porque he estado bastante ocupada y tan solo he tenido tiempo de hacer la receta, ahh, y un pan de molde para los desayunos,  entre viajes a Madrid, trabajo y demás, decidí que lo mejor era tirar de congelador, que por cierto, está en este momento organizado como un tetris y no entra nada más.
   El martes estaré en Sevilla, he quedado para comer en un sitio que dicen que me va a gustar, ya os contaré, intentaré sacar alguna foto que merezca la pena.

   Por fin, después de mucho tiempo, he hecho esta receta, que se me estaba resistiendo, pensaba que iba a resultar más complicada, pero no, es muy sencillita, no creo que tarde en hacerla de nuevo, aunque haré lo que he hecho esta vez, llevarlo al trabajo.
   Ahhh, se me olvidaba, si algún día vais por Santiago de Compostela, no olvideis pasar por ultramarinos Cepeda, si no recuerdo mal, está en la plaza Cervantes y llevaros a casa la crema de orujo que hace, me estoy tomando una ahora mismo y está de muerte.

   Nos vemos el domingo que viene como muy tarde, que tengáis una semana genial!!!!!

lunes, 24 de enero de 2011

Piquillos rellenos de carne.



Ingredientes:
Relleno:
- 250 gr. de carne de ternera.
- 1 cebolla mediana.
- 12 pimientos del piquillo.
- Un chorrito de vino blanco.
- 1 cucharada sopera de harina.
- 300 ml. de leche.
- Sal.
- Pimienta.
Salsa:
- 6 pimientos del piquillo.
- 200 ml. de nata.
- 50 ml. de salsa de tomate.
- Sal.
- Pimienta.
Elaboración:
   En una sartén, pochamos la cebolla picada en brunoise y cuando esté transparente añadimos la carne y la sofreimos. Salpimentamos.
   Cuando la carne está hecha, añadimos un chorrito de vino y dejamos evaporar. Echamos la harina en la misma sartén en la que tenemos la carne, la tostamos y vamos añadiendo la leche poco a poco, hasta conseguir una bechamel en la que esté bien integrada la carne. Dejamos templar.
   Para hacer la salsa, ponemos en una sartén los pimientos con el jugo con el que vienen en la lata o bote que compremos, salamos y confitamoss a fuego suave. Cuando estén, los pondremos en el vaso de la batidora junto con la nata y la salsa de tomate y trituraremos bien. Salpimentamos.
   Una vez frío el relleno, iremos llenando ayudandonos con una cuchara los pimientos con cuidado de no romperlos. Cuando los tengamos todos, en una sartén echamos la salsa  y ponemos al fuego, ponemos los piquillos y tenemos al fuego hasta que estén calientes, rectificando de sal si fuera necesario.

Notas:
   Aunque en la explicación de la receta he puesto la elaboración de la salsa antes del llenado de los pimientos, el momento de hacerla es después de haber rellenado los pimientos, ya que así aprovecharemos los que se rompan.
   También podemos hacer la receta mezclando carne de ternera y de cerdo, lo que hace que quede más jugosa.
   Al igual que cuando hacemos croquetas, cuanto más suave quede la bechamel, mejor quedarán los pimientos.
   Por cierto, yo hago siempre más de la cuenta y los congelo, y después es nada más que ir sacando...

Apuntes:
   Esta semana disfruté de esos pimientos con un vino de la D.O. Jumilla...
   Seguro que los que los que de vez en cuando pedís un vino en un bar estáis acostumbrados a escuchar..."Ribera o Rioja", sí, a mí me pasa, no tengais miedo a pedir otras denominaciones, seguro que os sorprenden.
   Como siempre, no digo que sea al mejor vino para acompañar este plato, pero es el que yo elegí. Para empezar, tiene un bonito color cereza, tal vez no estuviera muy "receptiva" el día que lo bebí, pero solo encontré algo de cacao en nariz y como siempre en los vinos de esta bodega un ligero aroma a nuez, seguro que en el "rimbombante" lenguaje del mundo del vino eso tiene un nombre, pero para mi no es más que eso, olor a nuez. Es un vino ligero y con un paso fresco en boca, os lo recomiendo, aunque solo sea para copear.

   Como siempre, espero que si haceis esta receta disfruteis de ella, ya os mostraré más salsas para acompañarlos, pero elegí esta por sencillez.

   Nos vemos si no hay ninguna novedad en siete días.

               Feliz semana!!!!!

domingo, 16 de enero de 2011

Penne rigate con salsa de gambas.

Ingredientes:
- 400 gr. de penne rigate.
- 200 ml. de nata.
- 250 ml. de caldo de pescado.
- 3 cucharadas de vino blanco.
- 250 gr. de gambas cocidas y peladas.
- Eneldo picado.
- Pimienta.
- Sal.
Elaboración:
   Ponemos la nata y el caldo en una cazuela y lo llevamos a ebullición, bajamos el fuego y cocemos hasta que la salsa haya reducido a la mitad, unos 15 minutos más o menos.
   Cocemos la pasta en agua con sal.
   Añadimos el vino y las gambas a la salsa y salpimentamos. Dejamos cocer hasta que las gambas estén calientes. Repartimos la pasta en los platos, echamos la salsa por encima y espolvoreamos con eneldo.

Notas:
   Porqué penne rigate?, sencillo, tienen la forma de macarrones, pero por su forma exterior hacen que la salsa se quede en ellos, y esto hace que sean más jugosos.
   Aunque la receta original, es decir, la que yo os he puesto va con gambas cocidas, yo la salsa la hago con gambas sin cocer, porque me parece que tiene más sabor, lo dejo a vuestra elección, de las dos formas queda bien.
   Las cantidades que pongo se supone que son para 4 personas, aunque si dividimos, a mi me sobraría la mitad, porque mientras que cocino siempre tomo un aperitivo, jejeje.

Apuntes:
   Me encantaría decir que cogí este blanco en mi bodega climatizada, pero no, esta vez acompañé la comida con él porque era el que tenía en el frigorífico en ese momento.

   Descubrí esta bodega en mi viaje a Ribera del Duero, aunque este vino en concreto pertenece a la D.O. Rueda.
   Las variedades que se utilizan en él son la uva Verdejo y la uva Sauvignon blanc, aunque esta en una mínima proporción.
   Tiene un color amarillo claro, aunque sinceramente, en mi sala gana color, porque mis paredes son amarillo albero. Aromas?, pues puede tener muchos, pero hoy, lo único que encontré fue un toque de hinojo, tal vez sea porque ese olor se me quedó marcado en los dos años que viví en Almería. Tiene una acidez que me resulta agradable y un final amargo que me gusta. Una temperatura para disfrutarlo, pues la que recomiendan en la botella, de 8º-10º.
   No os asusteis si al verlo en la tienda veis que no está cerrado con el típico corcho y la cápsula, a mi me causó impresión, no me termino de acostumbrar, sinceramente, eso del screw cap (tapón de rosca), me sigue pareciendo un tanto raro. También es cierto que no influye mucho en la conservación de un vino blanco que no pasó por barrica, pero estéticamente para mí, deja mucho que desear, será costumbre.

   Espero que disfruteis de este plato, es sencillo y no suele defraudar.

        Nos vemos la semana que viene!!!!!!!

domingo, 9 de enero de 2011

Pudin de verduras.


Ingredientes:
- 4 huevos.
- 7 zanahorias.
- 1 brócoli.
- 1 calabacín.
- Sal.
- Perejil.
- Mantequilla.
- Pan rallado.
Elaboración:
   En una olla y por separado, cocemos en agua con sal, las zanahorias peladas, el brócoli y el calabacín pelado y partido en tiras.
   Mientras tanto, untamos de mantequilla el molde donde vayamos a hacer el pudin, ponemos papel vegetal, lo untamos también y lo espolvoreamos con pan rallado.
   En el vaso de la batidora ponemos los huevos con 5 zanahorias trituramos bien, salamos y echamos el perejil.
   Precalentamos el horno a 170º, y mientras tanto, en el molde, ponemos una capa de puré, una de zanahorias (que habremos partido en láminas ), otra de puré, el brócoli, más puré, el calabacín laminado y terminamos con la última capa de puré. Golpeamos suavemente el molde para que salga todo el aire y ponemos al baño María en el horno unos 45 minutos.
   Desmoldamos y servimos.

Notas:
   No pongo el tiempo de cocción de las verduras porque depende de cada uno, a mi me gustan "al dente", pero seguro que muchos dirían que están duras. Para que os hagáis una idea, las zanahorias van sobradas con unos 8 minutos, el brócoli más o menos y el calabacín, al ir laminado no necesita más de dos ó tres minutos, pero si lo queréis más blando, sin problema, un ratito más de cocción.
   El poner papel vegetal en el molde es para que no se pegue al fondo, es una forma de "curarse en salud", pero no es imprescindible, la verdad.
   El motivo por el que primero trituro los huevos con la zanahoria y después salo es sencilla, aun no sé el motivo, lo investigaré, pero cuando bato huevos con la sal, se quedan como aguados y no es que sea malo, pero no me gusta el aspecto que se queda, es una pequeña manía, nada más.
   Y por último, cuando hablo de tiempos de horno, siempre hablo del mío, pero en esta receta pasa lo mismo que cuando hacemos un bizcocho, si tenemos dudas, introducimos un palillo, y si sale seco, el pudin ya está.
   Se puede servir frío, yo es como lo tomo siempre.

Apuntes:
   Para inaugurar el año, que mejor que mostraros mi ginebra favorita desde hace ya algunos años, aun no he encontrado niguna que la supere...Hendrick's.


  Fue en Valladolid donde la descubrí, estaba haciendo una ruta por la maravillosa zona de Ribera del Duero, cuando en la barra de un bar escuché..."por favor, una Hendrick's" a lo que el camarero contestó..."¿con pepino ?" y el cliente, muy seguro dijo..."por supuesto". Terminé mis tapas, me tomé un café y llamé al camarero y la historia se repitió, no podía dejar de probar esa extraña mezcla, me puso la copa y dos rodajas de pepino para acompañar...sublime, me enamoró. Desde entonces nunca falta en casa.
   ¿Qué la hace tan especial?, pues no sé, tal vez sea que durante el proceso de destilación se le añade una infusión de rosas y pepino.
   También debo decir que lo primero que me llamó la atención es la botella en la que viene, me recuerda a las viejas botellas que había en las boticas.
   La he probado con diferentes tónicas, como Nordic, Feber Tree, ..., pero sin dudarlo me quedo con la clásica Schweppes y dos rodajitas de pepino. Ahh, por cierto, si os gusta el gin-tonic, probad a hacer en casa cubitos con tónica, así el combinado pierde menos. Espero que os guste y lo disfruteis.

   Prometo estar aquí de nuevo la semana que viene con una nueva receta!!!!!