- 3 huevos.
- 6 cucharadas de agua.
- 6 cucharadas de harina.
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra.
- Miel.
- Aceite de oliva virgen extra para freír.
Elaboración:
En un bol ponemos los huevos y batimos, añadimos la harina, el agua y el aceite y mezclamos todo muy bien, dejando reposar la mezcla una media hora.
En una sartén con profundidad, ponemos el aceite a calentar, metiendo el molde dentro, para que vaya cogiendo temperatura. Cuando el aceite esté bien caliente, metemos el molde en la masa hasta sus 2/3 partes, sacamos y lo metemos en el aceite para freír, levantando con cuidado el molde para que se suelte y no se rompa, dejandolo dentro del aceite para que coja temperatura de nuevo. Dejamos la flor para que se dore y le damos la vuelta, dejandola unos segundos por el otro lado, para que se hagan los bordes, la sacamos con una espumadera y la dejamos escurrir boca abajo sobre papeles absorventes. Repetiremos la operación mientras que quede masa...
En un cazo pondremos la miel a calentar y cuando suba una vez, la apartaremos del fuego, pasando las flores de una en una por ella, cogiendolas por la base y metiendo el borde. Y así de nuevo de una en una, poniendolas en una fuente.
Notas:
Empecemos con la masa, si al meter el molde en la sartén una vez que tenga la masa pegada se deshace la flor, será que le falta un poco de harina, con lo que tendréis que añadir un poquito más, y si por el contrario se queda pegada al molde, será que le falta un poquito de agua.
Os dejo unas fotos para que veáis en un simple golpe de vista los pasos para hacer las flores...
Y los pasos de la miel, que no tiene mucho misterio, pero como tengo las fotos las pongo, jejeje...
Con la miel hay que tener cuidado, porque si sube más de una vez quedará muy "pegajosa", y cuidadito con quemarse...
El aceite deberá estar bien caliente, para que la flor se suelte cuanto antes, pero cuidado, al ser tan fina se quema con mucha facilidad. Yo, en mi cocina, que es una vitrocerámica, lo tengo en el número 7, pero depende de la potencia de los fuegos que tengáis en casa.
Lo mejor para dar la vuelta a las flores y para sacarlas del aceite, es una "araña", bueno, espumadera, para los neófitos (nuevos, jejeje...) en esto de la cocina, pero de alambre, lo que hará que escurran mejor el aceite.
Apuntes:
Muchos son los que me han preguntado como es el molde de las flores, y para que no haya dudas, os pongo la foto, espero que lo aprecieis bien.
El molde lo podréis encontrar en ferreterías, no en todas, pero sí en algunas, y una vez que terminéis de hacer las flores, lo guardáis recién sacado de la sartén, envuelto en un papel, para que no se oxide.
Diossss, parece mentira que una receta tan secilla de hacer cueste tanto explicarla, pero claro, es lo que tienen esas recetas que llevas haciendo y viendo hacer toda la vida, que como el Catón, las haces de "carrerilla", en fin, espero que no tengáis muchas dudas, pero como ayuda, en el Facebook pondré el "casi" paso a paso, como ya he hecho con alguna que otra receta, y si aun así seguís teniendo dudas, estaré dispuesta a solucionarlas, o al menos a intentarlo...
Ese es el papel que siempre tengo en el cajón de la cocina, la receta resumida, bueno, super reducida, pero con eso sobra si un día falla la memoria, es sencillo, no? Por cierto, con esa cantidad salen un par de docenas, es la cantidad justa para disfrutarlas y no cansarse de comerlas.
No sé la cantidad de flores que habré hecho a lo largo de mi vida, pero han sido muchas... Hace años, era temible cada vez que mi abuela llamaba a casa y decía... "dile a las niñas que bajen, que voy a hacer unos dulces y quiero que me ayuden". Eso significaba estar toda la mañana al lado de la lumbre, porque claro, ella no lo hacia en la cocina, lo hacía en la "cocinilla", en una sartén gigante. Era raro el día que no discutía con ella, porque se empeñaba en hacer dulces para toda la familia, cosa que me cabreaba enormemente, mi frase era siempre la misma... "si los titos quieren dulces, que se los hagan ellos!!!", y ella siempre amenazaba con no volver a hacer ni un dulce más, amenaza que jamás cumplió...
Con el paso del tiempo lo veo de otra forma, eso me dio la oportunidad de pasar con ella ratos interminables, charlando, disfrutando de ella y de sus historias... Ahora desearía poder hacerlo de nuevo...
En fin, espero que os guste la recetilla de esta semana, es una de mis favoritas en cuestión de dulces típicos, en mi casa se hacen en cualquier época del año, aunque sé que en otros sitios son un dulce típico de la época de Carnaval, pero es que están tan buenas que no podría comerlas una vez al año...
Nos vemos sin falta el domingo que viene... Feliz semana a todos!!!