Ingredientes:
Para el fermento:
- 125 gr. de harina.
- 125 gr. de agua.
- 5 gr. de levadura de panadería.
Para la masa:
- 10 gr. de levadura de panadería.
- 375 gr. de harina de fuerza.
- 125 gr. de mantequilla.
- 60 gr. de azúcar.
- 150 gr. de leche.
- 2 huevos grandes (L).
- 7 gr. de sal.
- Todo el fermento.
- Harina para trabajar en la mesa.
Para el glaseado:
- 150 gr. de leche.
- 75 gr. de azúcar.
Para adornar:
- Azúcar perlado.
Elaboración:
Lo primero que debes hacer es el fermento. Para ello pon el agua en un bol, disuelve la levadura en ella y añade la harina mezclando bien. Quedará una masa muy pegajosa. Tapa con un paño y deja levar unas dos horas y media.
Pasado ese tiempo empieza a preparar la masa. En un cuenco pon la harina y desmenuza bien la levadura ayudándote con los dedos. Añade la mantequilla cortada en trocitos, los huevos, la leche, el azúcar y la sal. Mezcla todo bien, añade el fermento que tienes reservado y mezcla todo hasta que la masa sea toda una.
Vuelca la masa en la encimera o donde vayas a trabajar. Ve amasando con paciencia, metiendo los dedos, tirando de la masa hacia arriba y volviéndola sobre ella misma hasta que la masa esté "sedosa y homogénea" (palabras de Bertinet). Este amasado os llevará una media hora. En este paso hace falta paciencia, al principio será una masa muy pringosa, pero poco a poco empezará a separarse de la encimera y de las manos.
Cuando la tengas lista enharinala mesa y forma una bola con la masa llevando los extremos al centro, ponla en un cuenco espolvoreado de harina, tapa con un paño y deja reposar una hora.
Pasado ese tiempo vuelve a enharinar la mesa de trabajo, vuelca la masa con ayuda de una rasqueta y con ayuda de los dedos aplana la masa un poco. Dobla de nuevo los bordes hacia dentro unas pocas de veces mientras que giras la masa para volver a dar la forma de bola, enharina de nuevo el cuenco y pon la masa de nuevo otra hora tapada con un paño.
Enharina la mesa de trabajo y pon la masa encima, estira con ayuda de los dedos hasta dejarla más o menos cuadrada y cierra los bordes hacia el centro de la masa. Con ayuda de una rasqueta (puede ser un cuchillo) corta porciones de unos 90 gramos más o menos, dales forma de bola y ve poniéndo los bollitos en una bandeja de horno (es preferible poner un papel de horno entre la bandeja y los bollos), dejando bastante espacio entre ellos, puesto que crecen mucho. Tapa con un paño y deja que leven unas dos horas y media. Para que no se peguen entre ellos necesitarás dos bandejas de horno.
Mientras que suben prepara el glaseado. En un cazo, pon la leche junto con el azúcar y ve moviendo mientras que se disuelve. Cuando haya pasado el tiempo de levado, glasea los bollos con ayuda de un pincel y hornea los entre 15-18 minutos a 180º C. Deben subir dentro del horno y dorarse por arriba y por abajo.
Cuando estén listos saca la bandeja del horno y en caliente vuelve a glasear con ayuda del pincel. Echa por encima el azúcar y deja enfriar sobre una rejilla.
Se pueden comer tal cual o rellenarlos con lo que más te guste, nata, crema pastelera, trufa...
Notas:
Los que me seguís habitualmente sabéis ya que me encantan las masas que requieren amasados más o menos largos y esta es una de ellas, pero con las explicaciones que pondré ahora creo que no debéis tener problemas a la hora de preparar estos riquísimos bollos!! Por si alguno de vosotros no está familiarizado con este tipo de recetas, pondré unas fotos, acompañadas de explicaciones. Si manejas bien esto, salta el apartado de notas, porque será repetir un poco lo mismo que explico en la receta, pero con algún detallín para los no iniciados.
Empecemos por el principio... El fermento!! Es tan sencillo como mezclar los ingredientes y dejar que leve, siempre tapado con un paño, entre dos y tres horas. Ya sabéis que dependiendo de la temperatura de vuestras cocinas tardará más o menos. Os pongo una foto en la que se ve la diferencia de recién mezclado todo y después de ese reposo.
Y ahora al lío con el resto de la preparación, se ponen todos los ingredientes en un cuenco grande, no olvidéis que la levadura va primero desmenuzada y bien mezclada con la harina!! Después todo lo demás, el orden da igual, porque habra que mezclarlo todo bien. Lo mejor en este caso es que os ayudéis de una rasqueta (si no tenéis, se puede usar una cuchara de madera o las manos, lo que os resulte más cómodo). Cuando todos los ingredientes se conviertan en una sola masa debéis añadir el fermento y volver a mezclar bien. Cuando lo tengáis todo bien integrado, a la encimera, pero sin nada de harina!!!
Lo sé, es una masa super pringosa, pero nadie dijo que hacer estos bollos fuera un camino de rosas, eso sí, el resultado final os juro que merece la pena!! Sigamos, que me emociono y no remato... Ahora llega el momento en el que podéis encontrar mayor dificultad, que es el amasado. Paciencia, mucha paciencia. Ya he explicado muchas veces la forma de hacerlo bien, cuatro dedos debajo de la masa, levantamos la masa, la "lanzamos" sobre la encimera, estiramos sujetando con los pulgares y plegamos sobre ella misma, así hasta que la masa se nos suelte de las manos y de la encimera. Y como seguro que hay alguno que está mirando raro, pongo el vídeo que ya he utilizado otras veces en el blog en el que sale el maravilloso creador de la receta de hoy Richard Bertinet (aquí veréis el vídeo). Con un poco de práctica os aseguro que no se os resistirá ninguna masa!! Cuando ya no se pegue se espolvorea un poco de harina en la mesa o encimera y se pone la masa encima. Ojo
Llega el momento de ir plegando la masa de los bordes al centro hasta tener una bola hecha, cuando la tengáis lista, al bol y a reposar una horita... No olvidéis que los reposos son siempre con el paño por encima, pero si yo hago la foto con el en lo alto no sale la masa, jejejeje... Ya va quedando menos!!!
Sigamos, pasada esa hora y con ayuda de la rasqueta (si la tenéis, claro), volcáis la masa en la encimera, en la que tenéis que haber puesto un poco de harina y con ayuda de los dedos "desgasificáis" un poco la masa. De nuevo vais plegando los bordes hacia el centro y hacéis una bola que pondréis en el cuenco y la dejaréis levar tapadita otra hora...
Ya queda una hora menos para probar los bollos... Bien!! Otro poquito más de harina espolvoreada por esa encimera y de nuevo a volcar la masa (ya podéis echar el cuenco de marras al fregadero, que ya no lo utilizamos más!!! Estiráis un poco la masa, para cuadrarla un poco y lleváis primero un extremo y después otro al centro. Dais la vuelta a la masa y vais partiendo porciones de unos 90 gramos (Bertinet da la opción de hacer bollos de 90 y de 180 gramos, pero tan grandes me parece una barbaridad absoluta). Lo mejor es que partáis todas las porciones a la vez y después les deis forma. Supuestamente, si los hacéis de 90 gr. os saldrán 12 bollos, claro, eso es lo que dice el señor, pero a mi siempre me han salido 11, ni uno más,
Seguimos con un poco de harina en la encimera y a formar los bollitos, por fin!!! Como ya he dicho en la receta, vais a necesitar dos bandejas de horno, porque crecen un montón. Si no disponéis de dos bandejas, pues hay que buscarse la vida con fuentes y cosas de esas, seguro que tenéis algo por casa que os pueda servir. Cuando hayan levado, se les pinta con el glaseado y al horno. Del glaseado no pongo foto porque es tan sólo la leche calentada con el azúcar hasta que se disuelve. Con que lo preparéis en este último levado en el que los bollos están ya formados, sobra. Por cierto, os he puesto la cantidad que pone Bertinet en el libro, para poner la receta tal cual, pero con la mitad, es decir, 75 de leche y 33 de azúcar, tendréis más que suficiente para hacer los dos glaseados necesarios.
Perfecto, hemos conseguido sacarlos del horno!! Es el momento de volver a glasear y echar el azúcar por encima. Mi consejo es que glaseéis uno y justo en ese momento echéis el azúcar para que se quede pegada. Ojo, si no encontráis este tipo de azúcar, se puede echar azúcar glas por ejemplo, pero entonces sí recomiendo que dejéis enfriar los bollos antes de añadirla. Los bollos es mejor que enfríen encima de una rejilla, vamos, la del horno para no ir más lejos...
Y por fin hemos llegado al final!!! A ver, estos bollos están ricos así tal cual, en serio, son una delicia, pero si ya queréis que os quieran hasta el fin de los días, si los rellenáis de crema pastelera, trufa o nata azucarada, la gente que los coma flipará!! Si os gustan las bambas, o como dice mi chico, las "Cristinas", esta es la receta que necesitáis!!. Mirad, os pongo una rellena de nata para que veáis el corte, en serio que esto debe ser pecado!!
Y ya para rematar, os enseño el azúcar que he utilizado. Es el más parecido que he encontrado para preparar los "bollos nevados de azúcar" como dice él (me refiero a Bertinet). En la fotografía aparece el azúcar, pera que veáis bien como es y el paquete que yo compro.
Siempre aprovechaba mis viajes a Madrid para comprarla en un supermercado de productos alemanes y ahora, a pesar de vivir en la capi sigo comprando los paquetes de tres en tres, para ahorrarme paseos y es que a 1.50 euros no está nada mal de precio, porque cada paquete da para varias tandas de bollos. Lo bueno es que también venden por internet, para los que estáis lejos. Si os interesa saber el super me lo decís y os paso la dirección. Por cierto, hace no mucho tiempo vi en Carrefour un azúcar parecido, aunque en trozos más grandes que también os puede servir. Pone "perlas de azúcar blanco".
Por cierto, si clicáis encima de las fotos se pueden ver más grandes, que no sé si alguna vez lo he dicho!!!
Apuntes:
Empezaré dando un gran disgusto, el libro de "Crujientes, panes a los que dar un buen bocado" está ya fuera de circulación, por lo que no creo que lo podáis encontrar en ningún sitio, lo que indica los años que tiene esta receta, pero a ver, si publico una vez a la semana y sólo una receta de pan o dulces al mes, entenderéis la tardanza en publicar algunas, verdad??. Sí, es otro libro más de mi querido Richard Bertinet!! Lo reconozco, soy una enganchada a sus recetas, no hay una que haya salido mal y en serio que la de hoy es realmente espectacular, eso sí, ya aviso que es muy importante controlar el amasado que utiliza, pero con un par de veces os haréis con la técnica necesaria para disfrutar de estas masas.
Curiosamente aquí no vale la fórmula de nuestras abuelas de "harina, la que admita", porque la masa admite mucha más harina, pero si la echamos nos cargaremos los bollos más ricos que jamás habréis probado!! Lo juro, al final la masa se suelta de las manos!!!
Como he dicho en las notas, mi chico, cuando quiere que haga estos bollos siempre dice: "pues me merendaba yo mañana unas Cristinas" y claro, en cuanto lo dice allá que me pongo a preparar la masa para darle en el plato del gusto... Uisss, que se me olvidaba, el viernes cumplió años y no voy a perder la oportunidad de felicitarle también por aquí, como ya viene siendo costumbre...
¡¡¡FELICIDADES CACO!!!
Pues listo, he intentado poner una foto en la que salgamos medianamente bien los dos, espero haberlo conseguido... Lo sé, el nombrecito es raro, la culpa la tiene su hermano, que de pequeño no sabía decirlo bien y así se quedó, con lo bonito que es Carlos!!! Desastroso...
Y nada más por hoy, bueno sí, una cosita, estos bollos congelan fenomenal, una vez que enfrían los metéis en una bolsa bien cerrada y de cabeza al congelador. Cuando los queráis comer, se sacan y se dejan descongelar... Parecen recién hechos!! Lo pongo aquí y no en notas por un motivo, porque hay gente que va saltando, no lo lee todo, pero los finales siempre suelen ser leídos...
Nos vemos en siete días... Feliz semana a todos!!!