Ingredientes:
- 200 gr. de camarones.
- 100 gr. de harina de garbanzos.
- 100 gr. de harina de trigo.
- 1 huevo.
- 1/2 cebolla mediana.
- 1/2 litro de agua.
- Perejil picado.
- Sal.
- Aceite de oliva virgen extra.
Elaboración:
En un bol, mezclamos muy bien los dos tipos de harina con el agua, para que no tenga grumos. Batimos muy poco el huevo y lo mezclamos.
La cebolla la picamos en brunoise, ya sabéis que eso es muy picadita, y la añadimos a la mezcla anterior junto con el perejil, la sal y los camarones. Mezclamos todo muy bien y lo dejamos reposar unas dos horas.
En una sartén ponemos el aceite, y cuando esté bien caliente, pero con cuidado de que no se queme, vamos cogiendo con un cucharón un poco de la mezcla, vertiendola con cuidado en el aceite, y cuando veamos que están hechas por ese lado, les daremos la vuelta para que terminen de hacerse por el otro. No olvidéis ponerlas sobre un papel de cocina para que suelten el exceso de aceite.
Notas:
Vamos a ver, si por cualquier motivo no encontráis la harina de garbanzos, se pueden hacer solo con harina de trigo, aunque no quedarán igual, eso sí, seguro que en el mercado la encontraréis.
Los camarones los compré cocidos, si los encontráis crudos, podéis dar un pequeño hervor, aunque sé de gente que los echa crudos en esta receta.
El punto de la masa?, pues muy simple, si al echarla en la sartén véis que la masa se deshace significará que necesita un poco más de harina, y si más que una tortillita, parece un buñuelo, pues significará que debéis añadir un poco más de agua, ya sabemos que todo depende de como sea la harina, e incluso de como es el huevo, yo siempre utilizo huevos "M", tanto en recetas dulces como saladas.
Apuntes:
Vamos a ver, ninguna duda de lo que le va a este plato, o una cerveza bien fría o una rica manzanilla de Sanlucar, yo me decanté por esto último...
Seguro que a muchos os recuerda a una larga noche en la Feria de Sevilla, a otros, a un chiringuito a orillas del mar en Sanlúcar, a mí me recuerda un poco a todo.
La manzanilla es a Sanlúcar, lo que el fino a Jerez... En este caso, cuando abrí la botella y eché un poco en la copa vi que tenía un bonito color amarillo pálido, y que al inclinarla un poco, el ribete se tornaba algo verdoso. En nariz, un toque almendrado, también algo de olivas y por supuesto, ese olor salino que caracteriza a manzanillas y finos. Muy fresca a la hora de beber y 100 por 100 recomendable, creo que ciertos vinos del sur siguen siendo los grandes desconocidos para muchos, tal vez un día cambie la cosa y dejen de ser vinos para "ferias".
La foto, pues mil perdones, pero ese día me pudo el despiste, hice las tortillitas, la foto correspondiente, por cierto, son tan poco fotogénicas como el Mojito, o al menos yo no encontré su lado bueno... Desmonté "el estudio", que no deja de ser un mantel y cuando las llevé a la mesa dije..."Noooooo, la foto de la manzanilla!!!", menudo plan, por eso, el fondo que tiene es el de la pared de mi cocina, más que nada porque no quería que se me enfriase la comida, después del trabajito que me costó encontrar los camarones ( llevaba unos 3 meses detrás de ellos ), no era plan de comer las tortillitas como charcos, no?
No dejéis de hacer esta receta, está muy buena y lo "más pesado" que tiene es el rato de reposo, pero eso no da mucho trabajo, jejeje... Pero os encantará, os lo aseguro.
Hoy es domingo y ejercí de perfecta dominguera, yendo un rato a la playa y acercandome después al chiringuito, en el que me comí un riquísimo espeto de sardinas, por fin lo conseguí, uno el lunes y otro hoy... Y mucho me temo que mañana tendré que hacer un esfuerzo y comerme otro... Que vida más dura esta de vivir en la costa...
Feliz domingo a todos y que tengáis una fantástica semana... Hasta el domingo que viene!!!
Oleeeeeeeeeeeeeeeeee oleeeeeeee y oleeeeeeee¡¡¡
ResponderEliminarViva tú¡¡¡¡¡
Besitosssssss
Jajajajajaja... Veo que al final has dado con lo de "los seguidores"!!!
ResponderEliminarHaz la receta y me cuentas...
Un besazo!!!